Disfunción sexual secundaria a antidepresivos
Puri estaba triste, y sofocada. Si, sofocada literalmente porque a los 48 años tuvo su última regla y con 49 sudaba la gota gorda en el parking de un iglú. Y claro. Tan joven y tan mona ella, asumir que ya era una "menopáusica" no era fácil. Y peor aún eran esos calores del infierno que le venían en los momentos más inoportunos.
Así que fue a su médico y le dijo que estaba triste, llorosa y sofocada. Y su médico, con muy buen criterio le mandó una pastillita de la felicidad que le quitó los sofocos, el llanto, la tristeza y la alegría.